08:08 | jueves, 11 de octubre de 2012
 



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Tres mujeres, un biberón y una vida que nadie les dijo que sería así
La obra teatral "Postparto" –cuenta con textos de Laura Gutman– y se verá el domingo 14 a las 20 en Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza
Azcurra, Onetto y García Satur, tres madres primerizas que harán reir y llorar.
Azcurra, Onetto y García Satur, tres madres primerizas que harán reir y llorar.
Ni los bebés sonríen todo el tiempo, ni las mamás están divinas y peinadas de peluquería, ni los pañales tienen olor a rosas. Aunque los comerciales se esfuercen en reforzar esas imágenes, la vida real no es como la muestran las publicidades del merchandising maternal. Lo más probable es que las recientes madres estén vomitadas al menos durante un año, tengan ojeras y mucho pero mucho sueño acumulado. La obra "Postparto. Nadie dijo que iba a ser así" hace foco en ese año, el primero del resto de la vida de cuaqluier madre, donde las cosas casi nunca son como se imaginaban. La puesta –dirigida por Ignacio Apolo– cuenta con textos de Laura Gutman, Ignacio Apolo y Florencia La Rosa y se verá el domingo 14 a las 20 en Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza.

Laura Azcurra, Victoria Onetto y Celeste García Satur encarnan a tres madres bien distintas que están transitando el puerperio. Tres mujeres que tienen hijos pequeños y tienen que vérselas con la maternidad y el trabajo, con los varones, con cambiar pañales pero seguir siendo mujeres sexuales y con esa tríada nueva en la que se convirtió la pareja.
El personaje de Azcurra es una arquitecta autosuficiente que quedó embarazada de un hombre casado y decide tener a su hijo como madre soltera. "Si puede construir edificios de 20 pisos, ¿cómo no va a poder  tener un hijo sola?. Tambien toma la decisión con el peso del reloj biológico que se acelera", explica Azcurra. Sin embargo, la tarea no es sencilla para ella ni para los demás personajes.
García Satur representa a una mujer que atraviesa una especie de depresión postparto y Onetto se pone en el cuerpo de otra que decidió tener un hijo empujada por el deber ser: estaba casada y sentía que tenía que cumplir ese mandato social. Pero como sucede en la vida real –las tres son madres, requisito para ser parte del elenco– nadie les había enseñado cómo hacerlo, nadie les había anticipado lo que se venía y tuvieron que aprender desde la prueba-error.
"Somos mamalabaristas. Hacemos malabares todo el tiempo para poder acomodarnos. Mi hijo anoche se quedó de la abuela, porque yo viajaba temprano, su papá lo va a buscar a la tarde, mientras yo estoy acá y así", confiesa García Satur y Azcurra añade, cuando corta el teléfono desde el que daba directivas a quien cuidaba de su hijo Marco: "Por suerte esta gira la armamos un poco nosotras y también está echa a nuestra medida y a la de nuestros hijos. Pero cada semana es diferente y tenemos que rearmar la rutina".
La obra se divide en tres partes: una donde las actrices encarnan con un gran cuota de humor las distintas vicisitudes de la maternidad, otra donde aparecen en escena las relaciones con otras mujeres como sus amigas o sus propias progenitoras y por último, un monólogo donde cada una relata su vivencia acerca de la experiencia de la maternidad. "Es un momento muy personal, muy sensible. Hay una conexión muy grande con el público que nos viene a ver cuando cada una cuenta lo que le sucedió", agrega Onetto.
Sin bien los hombres quedan bajo la lupa de estas mujeres que se sienten más incomprendidas que nunca, las actrices aseguran que también hay un mensaje para ellos en "Postparto". "Se van contentos y sobre todo aliviados. Porque se dan cuenta que lo que le sucede a su mujer les pasa a todas", concluye Onetto.